Pues ahí estamos. Nada más y nada menos que Campeones del Mundo. Hay que ver cómo gesticula mi boca al decirlo y lo bien que suena. Probadlo, asomaros a la ventana y gritadlo, hoy todo vale.
Hoy toda España debe estar orgullosa de este gran equipo, de este grupo de amigos que juegan con desparpajo, buen juego y, sobre todo, alegría. Yo, personalmente, me siento orgulloso de mi santo preferido: San Casillas. Un chico que, pese a las injusticias que ha sufrido, ha demostrado lo grande y lo humano que es. Son esas lágrimas y ese beso la mejor muestra de su victoria y la nuestra.
No creo que pueda expresar de una manera mejor lo que absolutamente todo el mundo siente tras esta victoria, pero sí puedo decir: gracias por hacernos felices.
No creo que pueda expresar de una manera mejor lo que absolutamente todo el mundo siente tras esta victoria, pero sí puedo decir: gracias por hacernos felices.
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