Aunque en un principio parezca lejano, hay un momento en el que todo llega. En este caso, es la Selectividad quien ha llegado. Parece mentira recordar ahora esos días de niñez en que oír hablar de este examen te hacía sentir a años luz. Pensar que, hace cosa de cinco años, tu hermano mayor salía de casa nervioso, aunque siempre con la cabeza bien alta, a realizar una prueba que aún a ti te sonaba abismalmente lejana. Incluso el año pasado, cuando los profesores comenzaban a azuzar en septiembre, todavía se nos arrancaba una sonrisa en la cara a la vez que los labios gesticulaban: "Hay tiempo".
Pero el tiempo, que no nos tiene aprecio alguno, siempre decide marcharse y echarnos en cara el futuro. Así es como ha ocurrido. Selectividad ya está aquí, esperando su cita múltiple del lunes, y me inquieta saber que no me encuentro nervioso. No penséis mal, claro que lo estoy; pero son nervios incomparables a otros anteriormente sentidos. Son nervios de "me la juego en un día", pero también es calma de saber que todo esto proviene de un trabajoso camino que ya casi he superado.
Lo que ahora queda no es más que el avistamiento de la meta en el horizonte y un cansancio enorme. Lo que queda, pues, no es más que marcarse el último sprint, tirar de todo lo aprendido en el camino, y ganar la carrera.
¡Suerte compañeros!
Más razón que un santo! Mucho ánimo! We can! :)
ResponderEliminarpuffffffffff .. me identifico muchísimo .. lo veía taaan lejano, y mira .. en 1 día me examino .......
ResponderEliminarSUERTE TÍO!