Álvaro, Morales, Mora, Mori, Yoralito, Yorales, Alvi, Morita, Roger, Capi, Idiota, Molina o Jálvaro son algunos de los nombres por los que he respondido a lo largo de mi vida. Sin embargo, en el momento de elegir un seudónimo a la hora de publicar y darme a conocer en las redes, opté por Fesisísimo. Varios sois los que me habéis preguntado sobre dicho apodo; pues bien, esta es su historia.
Fesisísimo no es más que el apodo de infancia de mi padre que yo mismo he heredado en vida bajo su consentimiento. La vida de mis tíos y mi padre ha sido bastante curiosa y tanto la picardía como la imaginación eran instrumento suyo del día a día. Centrándonos en los apodos, la familia quedaba así: Don Tronquedo era el patriarca; Brecht, el primogénito; Sombrodo, el mediano; y Fesisísimo, el benjamín. Estaba también mi tía, pero sus famosas collejas dejaron su nombre sin trastocar.
El caso es que mientras pensaba el nombre que quería mostrar a mis futuros lectores, la historia vino a mi cabeza y me gustó. Digamos que Fesisísimo ya estaba en desuso y dejarlo morir me parecía una idea terrible. En mis manos está hacerlo renacer.
Ohh, qué curioso. Me encanta :)
ResponderEliminarVeo, que ya renovaste el blog :P. Gracias por aclarar las dudas sobre tu tan curioso seudónimo, por cierto, gran entrada ;)
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