miércoles, 22 de junio de 2011

En vez de raro

Hubo una vez un hombre que en vez de dejarse llamar raro, se autodenominó especial. A partir de entonces, triunfó.

domingo, 12 de junio de 2011

Estoy navegando

En estos momentos estoy navegando el Mediterráneo.
A la vuelta, contaré más sobre el viaje. De hecho, a la vuelta contaré muchas cosas, porque siempre hay mucho que contar.

sábado, 11 de junio de 2011

Cumpleaños, Pico y Keith Richards

Hoy es el cumpleaños de mi tocayo Álvaro, popularmente conocido en nuestro colegio por su divertido apellido Pico. Fruto de éste se han creado absurdas bromas, destacando la de "En la cola hay diez personas y Pico", que mi colega, siempre con una sonrisa en la cara, ha sabido explotar.
No se me ocurría nada mejor para regalarle que unir dos de sus pasiones: dibujo y música. Y no música cualquiera, no. Pico es un buen conocedor del rock, del indie y de todo lo que se le eche encima, musicalmente hablando. Éste ha sido el resultado:



viernes, 3 de junio de 2011

De camino a Selectividad

Aunque en un principio parezca lejano, hay un momento en el que todo llega. En este caso, es la Selectividad quien ha llegado. Parece mentira recordar ahora esos días de niñez en que oír hablar de este examen te hacía sentir a años luz. Pensar que, hace cosa de cinco años, tu hermano mayor salía de casa nervioso, aunque siempre con la cabeza bien alta, a realizar una prueba que aún a ti te sonaba abismalmente lejana. Incluso el año pasado, cuando los profesores comenzaban a azuzar en septiembre, todavía se nos arrancaba una sonrisa en la cara a la vez que los labios gesticulaban: "Hay tiempo".
Pero el tiempo, que no nos tiene aprecio alguno, siempre decide marcharse y echarnos en cara el futuro. Así es como ha ocurrido. Selectividad ya está aquí, esperando su cita múltiple del lunes, y me inquieta saber que no me encuentro nervioso. No penséis mal, claro que lo estoy; pero son nervios incomparables a otros anteriormente sentidos. Son nervios de "me la juego en un día", pero también es calma de saber que todo esto proviene de un trabajoso camino que ya casi he superado.
Lo que ahora queda no es más que el avistamiento de la meta en el horizonte y un cansancio enorme. Lo que queda, pues, no es más que marcarse el último sprint, tirar de todo lo aprendido en el camino, y ganar la carrera.

¡Suerte compañeros!