miércoles, 23 de febrero de 2011

Sueños

Estoy de acuerdo con eso de que hay que perseguir los sueños. Creo que nunca hay que dejarlos escapar, que hay que darlo todo por aquello que queremos, dejarse la piel y el alma por aquello que perseguimos, por aquello que anhelamos y necesitamos. Luchar por nuestros sueños.
Pero, ¿qué ocurre cuando tu sueño no solo depende de ti? Cuando después de tanto tiempo en las sombras saltas de cabeza hacia él y ves que es inalcanzable; cuando te das cuenta de que el más maravilloso de todos los sueños no es más que una ilusión imposible. 
¿Qué ocurre cuando tu sueño tiene nombres y apellidos, pero ya pertenece a otro? ¿Cómo se actúa aquí? ¿Hay que seguir luchando o hay que resignarse una vez más?

lunes, 21 de febrero de 2011

140 Magazine #6

Os dejo por aquí el sexto número de la revista 140 Magazine que salió a principios de mes.
En la página 7 podéis leer mi articulillo "Ser". Algún error hizo que no apareciera el escrito entero pero ello le da un toque más misterioso y deja paso a la imaginación. Que cada uno elija su final.

domingo, 13 de febrero de 2011

Sol y Luna

¿No es curioso lo que les pasa a Sol y Luna? El uno no puede vivir sin el otro pero, sin embargo, nunca parecen coincidir. Cuando uno llega, el otro se va. ¿Qué ocurre aquí? ¿Tiene miedo el primero del segundo? ¿O tiene miedo el uno a fracasar con el otro? ¿Puede ser que huyan por temor de que, si no lo hacen, exista la posibilidad de que por ello no vuelvan siquiera a coincidir durante unos segundos; que nunca vuelvan a encontrarse; que nunca vuelvan a verse? Quién sabe.
En todo caso, Sol y Luna se desean. Sol no puede vivir sin Luna, al igual que Luna no puede vivir sin Sol. ¿Por qué? Porque Sol siempre decide dejar de huir y volver. Porque Luna siempre decide volver y dejar de huir.

miércoles, 9 de febrero de 2011

¡Felicidades David!

Hoy es el cumpleaños de mi mejor amigo. De los dieciocho años de vida que llevamos, quince los hemos pasado juntos. ¡Y qué bien pasados!
De todos mis buenos recuerdos puedo afirmar que, como mínimo, él ha estado presente en un noventa por ciento de ellos (y no sé si me quedo corto). Por supuesto, también ha estado presente en los malos; tal vez alguno hasta lo haya causado, pero ahora miramos juntos hacia atrás y nos reímos.
Recuerdo una vez en la que estando en esa denomina-da "guardería" (porque debían de guardar niños o algo así, nunca lo he entendido) tuvimos un cabreo serio. Bueno, vale, realmente fui yo quien empezó a vacilarle y él terminó por enfadarse; pero el caso es que pasamos el día evitándonos el uno al otro. Finalmente, por la tarde, cuando nos cruzamos en el patio, no dudamos un segundo y rápidamente nos pedimos perdón. Tan fácil, tan sencillo, tan bueno.
Alguno de vosotros lo sabrá (habrá algún otro gañán que no), pero mañana es mi cumple. Los dos amigos cumpliendo de seguido; qué curioso, ¿no? Es casi como si el Universo lo hubiera querido así. Como si el Destino (o lo que sea que rige este mundo) hubiera visto nacer a uno y rápidamente hubiera avisado al otro de que era su turno.
Eso es lo bueno de la vida, que siempre te sorprende. Colega, que nos siga sorprendiendo juntos.

martes, 8 de febrero de 2011

Aquellos años locos

Cada vez queda un poquito menos para que cumpla la mayoría de edad. Realmente es una tontería, lo sé, pero no puedo evitar ponerme tierno y echar un vistazo atrás.
Un vistazo a aquellos años locos en los que emoción era abrir abrir un paquete de cromos y no te tocaran repetidos; en los que humor era cualquier frase que contuviera 'caca', 'culo', 'pedo' o 'pis'; en los que amor era dar un beso en la mejilla a aquella chica de clase; o en los que tristeza era perder una partida a los tazos.
No pienso perder mi infancia, la guardaré siempre en mi cabeza; y, por supuesto, dejaré que salga a pasear de vez en cuando.

martes, 1 de febrero de 2011

Entrevista con: Febrero

La cuenta atrás para el Apocalipsis final del 2012 marca once meses: Febrero ha llegado. ¿Qué mejor que hacerle una entrevista para recibirlo? Llevando a cabo otra absurda idea más, aquí la tenéis: 

Bienvenido a Haciéndose Notar. Es un honor poder en- trevistar a mi mes preferido.
Bueno, para mi es un honor que alguien por fin me entreviste. (Risas).

Empecemos con las preguntas personales. Es usted el segundo de doce hermanos, ¿cómo es su relación con el resto?
Pues no me quejo, la verdad. Para ser doce nos llevamos bien; nos respetamos. No solemos pelearnos ni nada por el estilo, al fin y al cabo llevamos ya bastante tiempo juntos y no hay problemas.

No lo dudo. Pero, mójese: ¿con cuál de ellos se queda?
Es difícil elegir. Siendo sincero, tengo mucho a cariño a Diciembre por la ilusión que trae siempre con su llegada; aunque con Junio también me lo paso bien. Ya lo he dicho: no tengo problemas con ninguno, puedo ser feliz con cualquiera.

Hay rumores de que a usted le toman mucho el pelo, ¿es eso cierto?
(Risas) Bueno, un poco sí. Me suelen vacilar por eso de ser el más corto de todos, pero sé que lo hacen de buen rollo. No hay rencor.

¿Y cómo lleva los años bisiestos en general? ¿Los desea o prefiere evitarlos?
Ni lo uno ni lo otro. La verdad es que en ocasiones se me pasa y tienen que avisarme de que me toca un día más. Es algo así como la menstruación: cada cierto tiempo, toca.

Respecto al ámbito laboral, ¿qué nos tiene preparado?
Pues tengo un poco de todo. Para empezar he estado trabajando en tu cumpleaños y en el de tu mejor amigo. ¡Hasta a mi me parece curioso que cumpláis los años seguidamente! También le he echado un vistazo a San Valentín, pero como por esas fechas estaréis de exámenes, he preferido concentrarme en el día de la celebración. De todas formas, ya lo iréis viendo; no seas impaciente.

Así lo haremos. Muchas gracias por este ratito. Ha sido un auténtico placer.
Igualmente. ¡Un saludo a todos los lectores!

Conversaciones absurdas

El otro día fui a la cafetería nueva del barrio con los amigos. Bueno, realmente lleva ya un año abierta, pero para mí sigue siendo la "nueva" por eso de mi pasividad hacia los cambios que alguna vez os he comentado. El caso es que mientras estábamos sentados en la planta de arriba, dos señoras mayores entraron al baño. Yo, que (maleducadamente) soy mucho de observar a las personas, me quedé mirándolas. De repente, una de ellas se giró y con cara extrañada me dijo:
- Aquí hace más frío que abajo, ¿no?
Con una sonrisa, contesté:
- Sí... Es que aquí hay un micro clima.