Quince años después del estreno de la primera y, en un principio, única película, nos traen Toy Story 3. Yo la he visto, y poco más puedo decir a la gente que también lo haya hecho e igualmente haya disfrutado de ella.
Relativamente yo soy joven. Sus dos primeras partes formaron parte de mi infancia y son, de hecho, de mis películas favoritas. Por eso, como a gran parte de los espectadores (y no solo adolescentes y jóvenes), esta tercera entrega me ha hecho volver a esa tierna etapa en la que no existían las preocupaciones. Incluso he llegado a abrir el cajón de los juguetes para comprobar si, efectivamente, me echaban tanto de menos.
No soy ningún erudito, ni ningún crítico cinematográfico, pero la saga Toy Story debe ser recordada. Esta tercera y, aparentemen-
Relativamente yo soy joven. Sus dos primeras partes formaron parte de mi infancia y son, de hecho, de mis películas favoritas. Por eso, como a gran parte de los espectadores (y no solo adolescentes y jóvenes), esta tercera entrega me ha hecho volver a esa tierna etapa en la que no existían las preocupaciones. Incluso he llegado a abrir el cajón de los juguetes para comprobar si, efectivamente, me echaban tanto de menos.
No soy ningún erudito, ni ningún crítico cinematográfico, pero la saga Toy Story debe ser recordada. Esta tercera y, aparentemen-
te, última entrega une lo mejor de las dos anteriores historias mezclado con un humor brillante, unos alucinantes gráficos y un guión espeluznante, formando así un cóctel cinematográfico de lo más exquisito.
Los nuevos personajes entran poco a poco, sin molestar, y ganándose nuestra aceptación y sonrisa. Hilarante la "interpretación" de Kent y carcajeante la aparición de Risitas.
A mi parecer (y a mi pesar), ésta debería tratarse de su última parte. No forcemos más, dejémoslo así. Un broche de oro.
Los nuevos personajes entran poco a poco, sin molestar, y ganándose nuestra aceptación y sonrisa. Hilarante la "interpretación" de Kent y carcajeante la aparición de Risitas.
A mi parecer (y a mi pesar), ésta debería tratarse de su última parte. No forcemos más, dejémoslo así. Un broche de oro.
PD: Muy bueno tambíen el corto proyectado antes de la película, "Noche y día", que une de una manera novedosa el dibujo plano con las tres dimensiones.