miércoles, 14 de julio de 2010

Cambios

Me sorprendí un poco (tampoco mucho, que no soy tan fácil de soprender) cuando me di cuenta de que ayer tomé el primer baño del verano en la piscina. Puede no parecer tan raro, pero el caso es que yo cuento con piscina en mi casa y ésta lleva abierta desde el 12 de junio.
Del mismo modo, fue ayer también cuando tomé el primer helado veraniego (un Chococlack a buen precio).
Estas tonterías me dieron que pensar. ¿Por qué he tardado tanto? Recapacitando sobre ello recordé que pasé casi todo el invierno durmiendo con un pantalón de baloncesto y una camiseta de manga corta, estilo verano. Finalmente, tras unos cuantos meses, lo cambié por un pantalón largo, el cual he usado hasta hace un par de semanas.
Todo esto me llevó a la conclusión de que, tal vez, no me gusten los cambios, y me ha dado algo de miedo. El mundo, la vida, es una constante de cambios. Nada viene escrito y somos nosotros quienes debemos adaptarnos y buscar la mejor manera de afrontar todas estas variaciones que se nos van presentando. Debemos estar atentos al cambio. ¡Siempre alerta!

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