sábado, 21 de enero de 2012

Balas silbando

Rápidamente, se tiró al suelo al oir los primeros disparos. De repente se encontraba en medio de la linea de fuego, agachado junto al resto de civiles, y la imagen de ella vino a su mente. Las balas sobrevolaban las cabezas en todas las direcciones y era cuestión de suerte, o más bien de la falta de ella, que tarde o temprano impactaran en su cráneo. 
Se puso en pie y fue en su búsqueda; no iba a dejar esta vida sin que ella lo supiera. Entre el alborotado gentío la vió. Ella también corría hacia él. Se abrazaron. Él la besó la mejilla, bajó a la comisura y, por primera vez, besó sus labios. Mientras, las balas seguían silbando.
"Pensaba que te perdía sin haberte tenido" - le dijo años después.

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